Partiendo de un fugaz repaso histórico, este documental (que se prepara en un metraje de 52 minutos) se introduce en una Málaga que vive los establecimientos más visitados de la ciudad: los bares. Desde el desayuno con churros, pasando por las tapas, las copas vespertinas o las que acaban con la noche hacia la madrugada para volver al propio desayuno.